
Como broche final para un mes en el vedado de Peñaflor, pudimos asistir a uno de los espectáculos de la naturaleza más curiosos para los urbanitas que estábamos trabajando en la reposición de marras. Increíble visita al comedero de aves necrófagas, buitres leonados, milanos reales, milanos negros, picarazas y cuervos entre otros, acudieron al festín.
Agentes de la Unidad Verde del ayuntamiento de Zaragoza llevan todos los jueves restos, vísceras de caballo, que son donadas por Mercazaragoza. Después de depositar “la comida” el coche de la patrulla Verde se marcha y las sombras de los buitres anuncian la inminente llegada de un montón de ellos. Empiezan las luchas por un trozo de comida, lo que más les gusta, los intestinos, lo que menos, las tráqueas. Tanto los milanos como las picarazas realizaban incursiones entre los buitres para conseguir su pedazo del “pastel”.
Nos comentaros los agentes de la patrulla verde que en función de la hora a la que se les da de comer predominan más unas especies que otras. Por la mañana los buitres son más predominantes mientras que por la tarde son los milanos y resto de rapaces necrófagas.

Su interés ornitológico, presencia y belleza en su hábitat, han convertido al buitre en un atractivo de turismo más en Aragón. Esta especie de rapiña se ve potenciada por los rasgos orográficos del territorio, que permiten la colocación de miradores para el disfrute de los visitantes y amantes de la naturaleza. En este sentido, dicho ave juega un importante papel dentro de la fauna que salpica las diferentes zonas de la Comunidad.
A nivel mundial, el buitre también goza de relevancia. El primer sábado de cada mes de septiembre se celebra elDía Internacional del Buitre. Catalogada dentro de las especies amenazadas, distintos colectivos abogan por su conservación y cuidado, de estos animales como un eslabón esencial de la cadena trófica de la naturaleza.

