Empezamos nuestra visita al “Bosque de Los Zaragozanos” en “Campos del Canal”, una visita con muchísimo viento, nuestro querido Cierzo, el cual explica que todo el arbolado estuviera entutorado, para evitar el paisaje anemógamo que produce el viento. También nos deja claro las duras condiciones en las deben vivir las especies que aquí habitan.
En el primer tramo, como arbolado, encontramos distintas variedades de Prunus dulcis (almendros). El motivo de la dispar variedad (siete variedades) que pudimos observar es que florecen y fructifican en distintos momentos, favoreciendo la vida de insectos polinizadores necesarios para la vida.
Continuando en este primer tramo también encontramos una gran variedad de plantas herbáceas, cuyas semillas se sembraron a la par que el arbolado para favorecer el crecimiento de las plantas autóctonas y acostumbrar a los ciudadanos a la xerojardinería, que es una idea y apuesta necesaria para paliar los efectos del cambio climático. Pudimos reconocer Caléndula arvensis, Sinapis alba, Melilotus alba, Moricandia moricandioides entre otras muchas que no habían sido sembradas, pero si habían crecido de manera espontánea.
En las siguientes zonas, reconocimos como arbolado:
Prunus dulcis (almendro), Celtis australis (almez), Quercus coccífera (coscoja), Ficus carica (higuera), Fraxinus sp. (fresnos), Cercis siliquastrum (árbol del amor), Púnica granatum (granado). Algunas de las especies que nombraban como plantadas en el bosque de los zaragozanos no estaban presentes.
Pudimos reconocer una gran cantidad y variedad de especies herbáceas, que a continuación procedemos a listar:
Rostraria cristata, Lysimachia arvensis, Cichorium endivia, Eruca sativa, Glebionis segetum, Echium sabulicola, Moricandia arvensis, Anacyclus clavatus, Triticum turgidum, Avena común, Molinia caerulea, Anisantha rubens, Rostraria cristata, Hordeum murinum, Crepis bursifolia, Lathyrus tingnatus, Caléndula arvensis, Herniaria hirsuta, Lycopsis arvensi, Plantago lagopus, Sonchus tenerrimus, Vaccaria hispanica, Fumaria parviflora, Lysimachia foemina, Plantago monosperma, Eragrosty Papposa, Onobrychis viciilifolia, Echium sabulicola, Nigella sativia, Glebionis coronaria, Sinapis alba, Euphorbia serrata, Mantisalca salmantica, Papaver argemone, Ammi majus, Senecio gallicus, Silene noctiflora.
Todas estas especies generan un estrato herbáceo de “pradera fluida” que posibilita una zona de tránsito de polinizadore de máxima importancia. Zonas de mínimas necesidades hídricas, de regeneración natural (auto semillado) y sin mantenimiento de cortes continuos.
En cuanto a plagas hemos podido constatar la presencia de pulgón, pero también la de mariquitas, que son grandes consumidoras de los primeros, por lo que sin duda la población de pulgón estará controlada.